MIS CREENCIAS Y MI RELACIÓN CON LA RIQUEZA FINANCIERA.

01/03/2023


Cuando converso con mis clientes y menciono la palabra riqueza, la mayoría de las personas asocian la palabra riqueza con dinero y efectivamente el dinero es parte de lo que consideramos riqueza, sin embargo, dinero no es riqueza. La riqueza está conformada por todo aquello que consideramos valioso en nuestras vidas, el dinero es solo un componente más.

Si en este momento dedicaras unos minutos a revisar lo que realmente es importante o valioso en tu vida, seguramente en tu mente aparecería tu familia, tus amigos, tu carrera profesional, tu relación de pareja y tu salud, como cosas que son valiosas y verías lo afortunado que eres hoy al gozar de salud en medio de esta pandemia o de tener amigos que están disponibles para escucharte o apoyarte si los necesitas, y de gozar con recursos financieros para hacer frente a una eventualidad. Esto y más es lo que conforman nuestra riqueza. 

La riqueza financiera es algo que para muchas personas resulta ser un tema de amor/odio, pues quieren dinero en sus vidas porque les permite comprar cosas, hacer cosas, ayudar a otros y al mismo tiempo no lo desean porque creen que tenerlo es malo o daña a la gente.

Me gustaría abordar el tema de las creencias y cómo rigen nuestras vidas desde el inconsciente y desde allí impactan nuestra relación con la riqueza financiera.

Una creencia es una idea fuertemente arraigada en nuestra mente, que consideramos verdadera. Las más importantes se desarrollan en nuestra niñez cuando tenemos 6 años o menos, ya que en esos años somos como una esponja que todo lo absorbe y estamos definiendo nuestra personalidad, se está forjando nuestra autoestima, la competitividad y la autonomía.

En esos años, si observamos comportamientos negativos hacia el dinero, los aprenderemos como si fuera la normalidad, lo que deberíamos hacer y evitaremos en lo subsecuente atraerlo hacia nuestras vidas.

Las creencias viven en nuestro inconsciente, no las vemos, pero dominan nuestros comportamientos, tomamos acciones y decisiones basadas en ellas todo el tiempo sin darnos cuenta de como nos influyen, y no importa cuanta evidencia nos brinde alguien respecto de ellas, no las cambiaremos dado que están profundamente arraigadas en nuestro inconsciente.

Si de pequeño escuché que en mi casa no se hablaba bien del dinero y repetían frases como “Soy pobre, pero honrado”, “Tiene dinero, porque es avaro”, “Seguro son narcos, por eso tienen dinero”, entonces me formé la creencia que el dinero vuelve a la gente mala, y yo no quería ser narco, avaro o ladrón, por el contrario, deseo ser honrado como el resto de mi familia, algo que no puedo conseguir si el dinero está cerca de mí, entonces lo alejo.

Si por falta de dinero vi a mis padres pelearse, gritarse, agredirse físicamente, para posteriormente divorciarse, entonces no quiero el dinero cerca, porque generé la creencia que el dinero destruye familias y prefiero perder al dinero, antes que a la persona que amo, así que en cualquier momento que el dinero llegue a mi vida, como por arte de magia desaparece.

El 70% de las personas que ganan la lotería, después de 7 años, están nuevamente en la misma situación financiera previa a ganarla o peor.  ¿Por qué?, por sus creencias. Lo gastan en cosas que no necesitan, lo “invierten” en negocios que no atienden y tampoco entienden, Les prestan dinero a parientes o extraños para proyectos sin garantía, etc.

“Hijo de tigre pintito”, reza el refrán para indicarnos que somos el reflejo de nuestros padres, y nos comportamos de forma muy similar a ellos y sus creencias las heredamos. No, no se trata de culpar a nuestros padres, porque ellos a su vez aprendieron esas creencias de sus padres y sus padres de sus padres y así la cadena de comportamiento se repite de generación en generación. Se trata de tomar acción, identificar las creencias que tenemos y cambiar las que no nos funcionan, porque una vez que te das cuenta de que actúas con base en una programación y que esa programación la adquiriste cuando aún eras muy pequeño, entonces puedes modificarla y cambiar tu destino.

¿Cómo cambiar mis creencias?

  • El primer paso es identificar esas creencias.
  • Toma consciencia que esas creencias no soy tuyas, que las aprendiste de alguien mas. No importa si fue de tus padres, abuelos, el sacerdote o de quien sea.
  • Revisa si la creencia te es útil o no.
  • Si no te es útil, entonces cámbiala.

Si una creencia la adquiriste por repetición, también puedes cambiarla por repetición.

Si lo que has hecho hasta el día de hoy para tener dinero no te ha funcionado, entonces es el momento de probar algo diferente, revisa tus creencias y cambia las que tengas que cambiar, para sanar tu relación con el dinero. Asegúrate que la nueva creencia este acorde a tus principios y valores.

El dinero no es la riqueza, es solo una parte de la riqueza de nuestras vidas, identifica tus creencias, sana tu relación con el dinero y permite que tu vida sea más plena.

Soy Miguel Chanona y transformo los resultados de las empresas, cambiando la vida de las personas.

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